viernes, 27 de agosto de 2010

Capítulo veintiuno

- ¿¡Qué!?- exclamé.

- Si Abby...- se giró hacia mí- bueno... creo que solo quedan tres días más de Cesc Fàbregas por aquí- sonrió para no parecer tan.. ¿capullo?

No me pareció sincero, ¿ y si no se iba? pero Abby, tonta, si no para qué mentir, no más paranoias, que la última vez acabó Kristine trepando un baño- me dije a mi misma.

- Bueno... lo que te quería decir es que... bueno en privado- miró descaradamente con recelo a Gerard- lo que quería decir es que dentro de tres días se acabo todo y bueno... antes de irme quiero disfrutar de Boston.. no sé si me entiendes- no dije nada- es decir, que cortemos a tiempo para no sufrir- finalizó.

No me atreví a seguir mirándole a la cara. Bajé la mirada hacia mis manos y después me interesé por la reacción de Beth y la miré, no me esperé esa reacción. Ví la pena reflejada en su cara, la pena hacia MI.

- Tía, yo...- dijo sin decirle nada.

- ¿Lo sabías?- concluí.

- Yo..

- Como eres tan hija de puta.

Ví como la expresión de Fàbregas cambió notablemente a una cara de sorpresa, quería decir algo pero optó por callarse.

Me levanté de ahí, no podía seguir más tiempo allí. Beth lo sabía y lo más fuerte es que ni siquiera había hecho falta decirlo con palabras, una mirada... una puta mirada.

Pensé todo el camino a casa, en que tipo de persona era Elizabeth, concluí que una mala pécora.

Al llegar donde vivía no entré, me limité a quedarme sentada en los escalones por los que se accedían a mi portal.

Cesc se iba a Inglaterra, iba a estar a miles de kilómetros de mi y lo más fascinante es que había cortado conmigo no para sufrir, milongas, si no para .. disfrutar de Boston, así lo llamó él. Lo que más me dolió fue que me humillara rompiendo- y más de ese modo- en público conmigo, de Gerard y Elizabeth, aunque puestos a escenas, las de ellos. Lo que más odié en ese momento es que Cesc no dijera nada, no me impidiese ir, y cuando Beth montaba escenas tan patéticas le sobraban ganas de ir tras ella, sabía que pasaba algo, o pasó..

- ¡Joder hermana!¿Qué jodida mierda hacer aquí!- me sacó de mis pensamientos.

- Estoy harta de los rollos de esos tres.

- Normal, yo también, ¿Quieres un peta?- ofreció antes de sacar papel, cigarro y sustancia verde de... no sé donde sinceramente.

- Pero, si tú pasas de todo- omití.

- Porque voy drogada todo el jodido día.

- Por Dios, Kristine.

- Es la verdaad- asentí finalmente después de pensarlo detenidamente- ¿Sabes? Eli siempre se ha traido sus lios con Gerard y Cesc, buenos sobretodo con Gerard, se odian bastante- le dió una calada- si te fijas un poco es el único que sabe como sacar a Eli de quicio.

Me vino a la mente la escena que contemplé desde dentro de la cafetería cuando Beth en brazos de Piqué se enfadaba más y más, no la oí, pero intuí que podía estar diciendo y pensando.

- ¿Y por qué?

- ¡Abby!-jadeó parándose frente a mí.

- Me voy.

- ¡No, espera! ¡Te juro que no sabía nada!

- Beth, eres una hipócrita.. como todos- pensé en Cesc.

- No Abby, de verdad que yo...

- ¡No!- harta de la situación, estallé finalmente- "No Abby" ya no cuela, Cesc no te dice nada, pero cuando esta mañana ha pasado eso, rápidamente te ha contado todo, ¿no? Eres como todo el mundo piensa-bufé- una zorra superficial.

- ¡Boh!- exclamó Kristine a la vez que recojía el cigarro de la risa del suelo.

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