martes, 24 de agosto de 2010

Capítulo dieciocho

- Que fuerte tía. Solo queda un mes para que termine el instituto- comenté.

- Ya, solo un año más y se acabó todo- sonrió tristemente.

- ¿Echarás de menos a alguien, Beth?- Posé la mano sobre su rodilla.

- ¿Cuando?¿Cuando me vaya?Claro, a vosotras, tonta- sonrió.

Beth sabía perfectamente a lo que me refería. O no.

- No, digo este año también se va gente...- aclaré.

- Ya, pero no, ¿a quien?- rió- ¡ay pequeñaja!

- ¿Y esa manía de decirme pequeñaja, metro sesenta?- arremetí contra ella.

- Por que si! Oye, la fiesta esta que van a hacer en la Momo, ¿vais a ir?

- Claro. Espera, ¿vais?

- Quiero decir, siempre se va con pareja, lo pone en el cartel- comenzó a zarandearse extrañamente- ¡recuerda!

Me quedé pensando un momento. No me había parado a pensar en el baile, pero lo mejor es que este año-comencé a sonreir como una estúpida- es que no iba a ir sola, o ni siquiera ir como el pasado año, si no que... ¡iba a ir con Cesc Fàbregas!

- ¿Abby?

- Ehm si. Claro, bueno- bajé la cabeza- Cesc no me ha dicho nada- me entristecí.

- Aún- me tranquilizó ella.

Nos levantamos del banco de un pequeño parquecillo donde estábamos sentadas y nos fuimos andando hacia el centro.

- Bueno y ¿por qué no se lo dices tú?

- ¿Yo? Ehm... no, no, no.

- No seas tonta, ni antigüa, no siempre es el chico- me guiñó un ojo y me dió una palmada en el hombro.

- ¡Au!

Entramos en una cafetería para tomarnos un batido de chocolate.

- Dos batidos de chocolate, por favor- sonrió como siempre.


Me exigió que le contara que había hablado y hecho con Cesc esa misma mañana. Le volví a preguntar que pasaba entre ella y Piqué después de contárselo pero nada, otra vez más nos habían interrumpido.

- ¡Beth!- dijo alguien que me llamó la atención.

- ¡Cesc!- se levantó de la silla sonriendo. Éste se acercó pero no iba solo, un rubio de metro noventa y ojos azules le acompañaba- Vaya- su emocion por ver a Cesc cayó en picado al ver a Gerard Piqué, ¡eso quería saber yo, que pasaba!

Cesc tras darme un tierno beso en la mejilla, rió al verse en tal situación.

- ¿Podemos sentarnos?- preguntó éste.

- No- respondió tajante Beth.

Me fijé como los labios de Gerard susurraban algo, pero lógicamente no supe qué.

- ¡Beth!- le regañé.

- Que no, esque... verás querido Cesc- no pude evitar mirar con recelo, pese a que se trataba de Beth, a esta por referirse así hacia él y por como le rozaba con un dedo la mejilla de éste- no eres tú obviamente pero.. aquí huele a...

- Mierda, ¿no?- habló por primera vez Gerard.

- Algo así- contestó ella con una sonrisa muy irónica.

- Nos sentamos- sentenció Cesc y sonrió intentando calmar la situación.

- Yo me voy- concluyó entonces Beth.

- Merda- pude entender que decía Piqué con un bufido acompañándolo.

Cesc salió detrás de Elizabeth hasta la puerta y consiguió pararla, Gerard que aún seguía de pie y yo sentada bebiendo mi batido pudimos observar mediante el cristal desde dentro la escena que estaba a punto de comenzar.

- ¿Puedo?- indicó Gerard refiriendose a la silla.

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