- ¿Tienes diecisierte?- me levanté de sus piernas en las que estaba apoyada mi cabeza y parte de mi espalda.
- Si, rió esbozando esa sonrisa que tanto me gustaba. Se sonrrojó un poco.
- ¿Que viejo, no?- me volví a apoyar en sus piernas, él permanecia en el césped apoyando sobre sus brazos su cuerpo y las piernas estiradas. Reí.
- Vale, vale- contestó con tono ofendido, pero no pudo ocultar esa risilla que le delataba. Volví a reir.
- Tonto- me levanté y le dí un pequeño beso en los labios, no se inmutó. Al cabo de unos pocos segundos sonrió levemente.
- Espera, tengo que hablar con Piqué.
Me quedé allí tendida, cerré los ojos. Se estaba muy agusto, el tacto del césped era genial, estaba bien cuidado, no pinchaba, era... comfortable. Empecé a pensar en todo lo que estaba pasando con Cesc. Aquellos dos días estaban siendo los dos días más felices de todos mis dieciséis años, pero algo rondaba por mi cabeza, ¿qué estaba pasando con Gerard y Beth? ¿Tenía Beth problemas? ¿por qué tenía aquella actitud conmigo?
- ¡Abby!- gritó una voz familiar pero para mí poco agradable, sacándome así de mis pensamientos. Levanté la cabeza lentamente para corroborar que era él y la volví a echar atrás; pero finalmente acabé sentándome.
- ¿Sergy?- Me puse un tanto tensa, ya de por sí Sergy me ponía nerviosa, siempre desde pequeños se había reido de mi y ahora que, bueno se suponía que Cesc y yo eramos algo más que amigos, me causaba incomodidad dirigirme a Sergy.
- Qué quieres- pregunté tajante.
- Pues verás...- se arrodilló para quedar así a la altura de mi cara- Ehm...
- Oye, mira si vienes a reirte de mi o algo... no, te puedes ir...- hice hincapié para levantarme pero me sujetó de la muñeca.
- No, no, es sobre...
- Qué.
- Te voy a decir una cosa de Cesc- miró hacia donde él estaba, dirigí mi mirada yo también donde él se encontraba con piqué, éstos estaban riéndose, parecía que tenía mucha gracia- Tú, bueno él.. es t..
- ¡OH DIOS MÍO! ¡me estáis gastando una puta broma! ¿es eso, verdad? ¡soy una puta idiota!- esta vez si me levanté y salí corriendo hacia el cuarto de baño pasando al lado de Cesc empujándole con todas mis fuerzas pero lamentablemente solo pude conseguir zarandearle unos centímetros, de fondo pude oir como gritaba:
- ¡Abby! ¡espera! ¿dónde vas? ¡Qué pasa! Sergy, ¿que coño has hecho?
No podía creerlo, no le había hecho falta terminar la frase a Sergy para saber que era, y más cuando era Sergy desde pequeños el que le encantaba venir a decirme que lo que me acababa de decir o hacer era una tomadura de pelo.
- Abby, tía ¿dónde estñas?- oí como Beth entraba en el cuarto de baño. Me extrañó que después de estos días viniese precisamente ella a consolarme, había gato encerrado, estaba segura de que ella también estaba metido en aquello- Abby, ¿que pasa?
- Qué haces aquí- pregunté desde la taza del baño donde estaba subida con las rodillas rodeadas por mis largos brazos.
- Tía, ¿que ha pasado? ¿por qué te has ido corriendo?
- Nada. ¿Tú también estás metida en esto, verdad?- reí con lágrimas en los ojos por la humillación que estaba viviendo.
- ¿qué? ¿de que hablas, tía? Sal, anda.
- No.
- ¡JODER HERMANA! ¿que jodida mierda pasa, joder?- era notable que acababa de entrar Kristine.
- Iros, joder- me limpié las lagrimas que caían rápidamente con mis mejillas, con la manga de mi camiseta- Sé que todos me estáis gastando una puta tomadura de pelo.
- Pero... ¿que jodida mierda estás diciendo? Mira que...- un profundo silencío, exceptuando unos cuantos ruidos que no supe que eran- reinó durante unos segundos hasta... ¡que ví aparecer por encima del baño de donde yo estaba a Kristine.- ¡Quieres dejar de hacer la gilipollas! que no estás grabando pasión de gavilanes, y sal aquí a decirnos que jodida mierda ha pasado- negó con la cabeza con aire de decepción.
- Abby, ¿donde estás? ¿que ha pasado?- oí como también Cesc se unió al club de ' Todos en el baño'.
- Iros todos- rompí a llorar.
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