- ¡Abby! ¿Sabes donde están los papeles que estaban encima de la mesa de aquí?- gritaba Elizabeth desd lejos terminaba de pegar el sello y la carta rumbo a Inglaterra.
- No tía, ¿Por qué?- salí de mi habitación con la carta en la mano.
- ¿Qué es eso?- analizó fijamente que sostenía entre mis manos. Rió- ¿ Es para...?
- Sí.
- Estás loca- echó la vista al cielo que se podía observar a través del cristal del balcón-¿por qué ahora?
- No lo sé. Le he puesto lo de Sergy. Bufó y se volvió a su estudio. Me salí al balcón. Desde allí podía ver toda Barcelona.
Podía ver desde las mejores zonas de aquella gran ciudad hasta las peores, donde era notable la carencia de dinero. Pero un silvido llamó mi atención.
- ¡Cielo!
- ¡Sergy! ¿ya?- me extrañé, que rápido pasaban las horas- ¡espera, ya bajo!- me dedicó una sonrisa desde la calle, donde se encontraba.
Cojí mi bolso, mi abrigo y sin olvidarme, la carta, la cual guardé en un bolsillo que estaba por dentro del abrigo, por si las moscas. Sergy era imprevisible.
- Pero bueno, ¿que hacías ahí?- me besó y sonrió con esa sonrisa tan suya.
Había cambiado mucho.
O quizás nunca había sido como yo creía.
Ahora era más alto, quizás rondaba el metro ochenta, tez blanca y su pelo era de un negro intenso, tal que sus ojos lo acompañaban, mucho más musculoso y comenzó a practicar hace un par de años Judo.
Meses después de que Francesc se marchase, en verano sucedió algo inesperado; una noche loca con él.
Y juro que nunca me arrepentiré.
- Quiero que Beth sea una dama de honor, ¿que te parece?- le pregunté sin dejar de soltar a su musculoso brazo del que me aferraba. Me miró.
- Estupendo- sonrió.
- Pensaba que no querrías- bajñe la mirada al suelo.
- Para nada, también puede venir su amigo.. ¿Fernando, se llama?- le sonreí.
- Te quiero- me incliné y le besé tiernamente la mejilla.


1 comentarios:
ASDJHDGHG! Te mato te mato.
Por que tu te puedes tirar a media seleccion de futbol y yo no?!? (te he comentado mas en el msn)
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